Sigue siendo muy bajo el faenamiento en San Juan

A pesar de que la provincia tiene concesionada su planta de faenamiento en el Médano de Oro, la cantidad de cabezas de ganado que pasan por el lugar son menos de lo esperado.

GANADERÍA29/05/2024Victor GarciaVictor Garcia
fed lot
Mejora en negocio del feedlot en San Juan

San Juan aporta un poco más del 5% de la carne bobina que se consume en la provincia. Y cuando los productores buscan faenar en San Juan no les resulta posible, pues es más fácil y económico hacerlo en otras provincias. En el sector se cuestiona el funcionamiento de la planta de Faena y Frigorífico de San Juan, que desde su puesta en marcha está concesionada.

 En su momento, en 2019, cuando el gobierno provincial durante la gestión de Sergio Uñac concesionó la Planta de Faena y Frigorífico de San Juan todos pensaban que de alguna manera este lugar se iba a convertir en un polo productivo que podría ampliar no solo la cantidad de cabezas de ganado que se crían en los corrales de engorde de la provincia- feedlot-, sino que también los frigoríficos que operan en San Juan iban a faenar su ganado en la provincia y desde ahí hacer la distribución.

Lo cierto es que cuando se consulta a operadores de la carne en la provincia, son categóricos y explican que “no conviene faenar en San Juan, que los costos son muy altos”, de hecho algunos ganaderos locales optaron por llevar a sus animales a faenamiento a otras provincias.

El ingeniero Omar Zamorano, uno de los especialistas en ganado mayor que trabaja en la provincia sobre el tema contó a San Juan Produce que para faenar en la provincia “creo que es una cuestión de sentarse a conversar, de tener las ideas claras, de hablar en una mesa abierta. Seguramente necesitamos el apoyo del gobierno, que se siente como mediador entre lo que es las empresa, y las distintas empresas involucradas”.

Para ello se tienen que evaluar qué “beneficios se le puede dar a esta gente que está faenando afuera, clarificar un poco el mercado”. Es por ello que sostiene que se tiene que construir una especie de cooperativismo como ocurre en otras regiones del país “en lugares donde se promueve la ganadería de manera regional y no puntual. Creo que todos necesitan retomar ese diálogo, barajar y dar de nuevo. En este contexto ver cómo se puede estimular para qué “incluso quien tiene corrales afuera donde engorda, donde compra animales, seducirlo para que los empiece a hacer acá”.

El negocio de los corrales de engorde en la provincia, que se encuentra en una zona marginal para la ganadería bobina, en los últimos tiempos se vio condicionado por el aumento de los costos y también por el limitante de las exportaciones de carnes en el gobierno anterior. Lo que llevaba a que el negocio no fuera rentable en general y menos para los ganaderos locales que en algunos casos cerraron sus corrales y se dedicaron a otra cosa.

Zamorano explica que “el negocio de la carne es muy vertiginoso, es de todos los días y en el sector es como que no se sientan a conversar y no se van a sentar. Cada uno está en la suya y obviamente con esto, los números están muy finitos, entonces cada uno está metido en lo suyo. Por ello necesitamos que haya alguien de mediador que permita esto, que se sienten las partes y empiecen a limar asperezas”. Es por esto que considera que “será muy difícil que cambie la situación”, si todos los sectores no se sientan en una misma mesa de negociación.

Así las cosas, lo que se propuso en un principio no funciona. A esto se le tiene que sumar los avatares que sufrió el sector por políticas de control de exportaciones que se impusieron durante el gobierno de Alberto Fenández, que en muchos casos llevaron a los productores  a la ruina.

Zamorano cuando analiza lo que ocurre en la provincia y en la faena que se hace mira lo que ocurre y sostiene que “me parece que tendremos que empezar a pensar en una nueva potencial empresa que pueda llegar a heredar – la infraestructura que se tiene- o pensar en una UTE que puedan gestionar lo que hay”.

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