“Emprendiendo se crece mejor”: la historia del único productor de maní de San Juan

Con apenas 26 años, Francisco Castillo se convirtió en el único productor de maní en San Juan. Su historia comenzó con unas pocas semillas, en Tamberías y el impulso de un amigo chaqueño, y hoy, gracias al apoyo del Fondo Impulso Emprendedor del Proyecto Pachón, lidera un emprendimiento innovador que busca agregar valor, generar empleo y cambiar el mapa agrícola de Calingasta

AGRICULTURA09/07/2025Victor GarciaVictor Garcia
WhatsApp Image 2025-07-08 at 11.51.52
Francisco es el único productor de maní de San Juan

 Cuando el sol empieza a calentar los valles de Calingasta, Francisco Castillo —26 años, manos curtidas y sonrisa tímida— camina los surcos de una hectárea distinta: allí no hay vid ni ajo ni cebolla, sino maní. Es el único cultivo de su clase en toda la provincia de San Juan y el resultado de un sueño que mezcla maníes chaqueños, motores Honda y el empuje silencioso del Fondo Impulso Emprendedor del Proyecto Pachón.

Un comienzo insólito
Francisco no venía de sembrar maní ni tampoco de las aulas agronómicas. “Yo antes estudiaba abogacía… en pandemia cursaba virtual, después la vida cambió y decidí emprender”, cuenta. Primero fabricó ladrillos; cuando la construcción se frenó, “me dejaron sin nada y le puse más ganas al maní” y hoy este es su principal desarrollo.

El chispazo nació en una sobremesa con un amigo gendarme chaqueño: “En Chaco se produce maní —me dijo—. Probemos acá”. Francisco recuerda aquellas primeras semillas: “Empezamos con apenas un par, dos borditos de veinticinco metros… fuimos buscando la vuelta, estudiando el clima para ver si se daba”.

El desafío del valle
El maní es un forastero en las montañas calingastinas. “El clima afecta un poco, pero coincidimos que la fecha ideal es de noviembre a febrero”, explica mientras señala los lotes. Al principio se equivocaron varias veces: “Tuvimos muchos problemas: cómo hacer el bordo, el ancho, la cantidad de agua… si uno se pasa, el maní se echa a perder”.

Pero la persistencia rindió frutos. Hoy los dos borditos se convirtieron en una hectárea en tierras familiares. “La idea es seguir creciendo para brindar trabajo a la comunidad”, proyecta. Su padre y su hermano están metidos de lleno; el amigo chaqueño los asesora a la distancia, porque tiene sus propias actividades. El les dio una mano y luego se abocó a lo suyo.

El punto de inflexión: Fondo Impulso Emprendedor
Cuando Francisco supo del Fondo Impulso Emprendedor de Pachón —programa que acompaña a pequeños negocios con capital y mentorías— se inscribió casi sobre la hora: “Me enteré al último momento… presenté el proyecto y me ayudaron un montón”.

El respaldo fue más allá del dinero: “Conseguí maquinaria y capacitaciones durante todo el año”. Entre los nuevos fierros destaca “un motor Honda con eje recto: ideal para la cocción, porque antes dábamos vuelta el maní a pedal en un tacho”, y templadoras que hoy le permiten experimentar el próximo salto: el maní con chocolate que da nombre a su marca: Emprendiendo se crece mejor.

Innovar en cada tostada
El maní que sale de Calingasta no es el de siempre. “No es el mani con chocolate clásico; tenemos otro más oscuro, de sabor increíble”, describe. A veces los clientes se sorprenden: “Dicen ‘está quemado’; les pido que lo prueben y cambian de opinión”.

Su cabeza no se detiene en la receta básica: “Algo más se le puede dar… capaz que se me ocurra otro sabor, otra comida. Me gusta innovar”.

WhatsApp Image 2025-07-08 at 11.51.49

Raíces que empujan
Aunque el maní sea novedoso, la tierra no le es ajena: “Mi familia siempre plantó ajo, cebolla, pasto… eso ayuda, no empezamos de cero”. Ese aprendizaje combinado con las mentorías del Fondo Impulso Emprendedor le da una hoja de ruta clara: diversificar, integrar valor agregado y contratar mano de obra local.

El futuro, a puñado limpio
Mientras desgrana los manies para las próximas pruebas de chocolate, Francisco reflexiona: “Todo tiene salida cuando uno le pone ganas y voluntad”. En sus surcos late una ecuación que excede él rinde por hectárea: un joven que cambió el código civil por las semillas, un valle que alberga un cultivo inusual y un programa que convierte ideas en motores.

Calingasta ya no solo será tierra de montañas. Gracias al empuje de un puñado de maníes —y de un fondo que cree en los emprendedores— San Juan suma un nuevo sabor a su paleta productiva. Y quien lo prueba, dice que vuelve.

Te puede interesar
inta

Durísimo comunicado: “Quieren desmantelar al Inta”

Victor Garcia
AGRICULTURA04/06/2025

El INTA San Juan emitió un duro comunicado en el que advierte que la reforma impulsada por el Gobierno nacional pone en riesgo la continuidad de proyectos clave para el agro regional y nacional. Denuncian despidos masivos, pérdida de autonomía institucional y la eliminación de la extensión rural, base del vínculo con los productores

Lo más visto
WhatsApp Image 2025-07-08 at 11.51.52

“Emprendiendo se crece mejor”: la historia del único productor de maní de San Juan

Victor Garcia
AGRICULTURA09/07/2025

Con apenas 26 años, Francisco Castillo se convirtió en el único productor de maní en San Juan. Su historia comenzó con unas pocas semillas, en Tamberías y el impulso de un amigo chaqueño, y hoy, gracias al apoyo del Fondo Impulso Emprendedor del Proyecto Pachón, lidera un emprendimiento innovador que busca agregar valor, generar empleo y cambiar el mapa agrícola de Calingasta