San Juan refuerza la fiscalización semillera con foco en la trazabilidad y la polinización

El crecimiento de la superficie cultivada exige mayores controles. La georreferenciación de lotes y el trabajo conjunto con el sector apícola son claves para garantizar semillas de calidad en el Valle de Tulum

AGRICULTURA19/08/2025Victor GarciaVictor Garcia
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Los controles en semillas son esenciales para garantizar la calidad

La producción de semillas en el Valle de Tulum, uno de los polos hortícolas más importantes del país, atraviesa una nueva etapa de fiscalización con el inicio de controles a campo impulsados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Agroindustria y el Instituto Hortícola Semillero Provincial (INSEMI). Las inspecciones abarcarán más de 1.000 hectáreas de cultivos de cebolla, zanahoria y bunching, distribuidas en distintos departamentos, con el objetivo central de preservar la calidad genética de las semillas y evitar polinizaciones cruzadas que puedan comprometer su pureza.

El secretario de Agricultura, Miguel Moreno, explicó la relevancia de estas acciones conjuntas: “Estos controles son esenciales para evitar polinizaciones cruzadas que puedan afectar la calidad de la semilla que se produce en el Valle de Tulum. La trazabilidad y la pureza genética son la base de un sector competitivo y sostenible”, afirmó.

Un crecimiento sostenido que exige mayor control
Durante la campaña 2025 se registraron 304 puntos de producción inscriptos, que suman una superficie total de 1.006 hectáreas. La magnitud del crecimiento es notable: la superficie destinada a la producción de semilla prácticamente se duplicó respecto a la temporada anterior. Este incremento, aunque positivo, plantea un desafío adicional para la fiscalización, dado que el aumento de áreas cultivadas eleva el riesgo de que se produzcan contaminaciones genéticas entre variedades.
Las inspecciones estarán a cargo del ingeniero agrónomo Juan Manuel Marino, coordinador de fiscalización y limpieza de semilla del INSEMI, quien junto a su equipo técnico verificará la ubicación de los lotes, las distancias mínimas entre cultivos y el cumplimiento de las normas vigentes de aislamiento, indispensables para la producción semillera certificada.

Georreferenciación y trabajo conjunto con productores
Uno de los pilares del sistema sanjuanino de control es la georreferenciación de los cultivos. En este aspecto, la Asociación Sanjuanina de Productores de Semillas (APROSEM) cumple un rol fundamental, ya que establece un mapa detallado de las áreas de producción, permitiendo identificar zonas aptas y restringidas para cada variedad.
Moreno destacó este trabajo coordinado: “Lo que hace fuerte al sistema es que cada lote queda georreferenciado, de modo que sabemos exactamente qué se puede cultivar y dónde. Esto evita que los productores siembren en áreas que puedan generar contaminación genética, como ya ocurrió en otras campañas, cuando se debió dar de baja un lote que estaba demasiado cerca de otro cultivo incompatible”, explicó.

Este sistema de prevención es clave para resguardar la competitividad de San Juan en el mercado semillero, ya que la provincia es reconocida por la calidad de sus semillas, exportadas a distintos países.

La polinización, un servicio estratégico
Un aspecto crítico en la producción de semillas es el manejo de la polinización. Para garantizar el correcto proceso, la provincia trabaja estrechamente con el sector apícola. Actualmente, San Juan dispone de unas 1.600 colmenas. Este año se van a necesitar entre 1.200 y 1.300 colmenas para los servicios de polinización”.

 La relación entre apicultura y semillerismo es estratégica, ya que las abejas son responsables de la fecundación de las flores y, por lo tanto, de la formación de semillas viables. Moreno lo subrayó con claridad: “La abeja no solo produce miel, sino que cumple un servicio vital para la agricultura. La polinización es indispensable para asegurar semillas de calidad, y por eso acompañamos al sector apícola con distintas políticas, como líneas de crédito accesibles para ampliar la cantidad de apiarios”, señaló.

En paralelo, la Secretaría de Agricultura impulsa mesas de trabajo con los apicultores, donde se abordan problemáticas como el financiamiento, la diversificación productiva y el desarrollo de subproductos (propóleo, polen, cría de reinas), todos ellos con potencial de crecimiento en la provincia.

Un modelo que fortalece al Valle de Tulum
El esquema de control, georreferenciación y articulación con el sector apícola se presenta como un modelo de gestión integral que coloca a San Juan en un lugar destacado dentro de la producción semillera del país. El Valle de Tulum, con condiciones agroecológicas excepcionales, suma cada año más superficie destinada a semillas, lo que requiere redoblar los esfuerzos en inspecciones y seguimiento.
Moreno resumió la visión estratégica: “Nuestro objetivo es cuidar la calidad de la semilla sanjuanina. No podemos permitir que la polinización cruzada comprometa el trabajo de los productores ni el prestigio que tiene la provincia en este sector. Por eso, cada lote fiscalizado es una garantía de trazabilidad, pureza y competitividad”, concluyó.

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