
La inédita intervención del Tesoro de Estados Unidos en el mercado cambiario argentino marca un hecho histórico sin precedentes, pero deja al descubierto la fragilidad estructural de la economía nacional. Aunque el respaldo norteamericano busca frenar la influencia china y estabilizar al peso, la persistencia del cepo y la falta de crecimiento sostenido amenazan con volver insuficiente este nuevo intento de auxilio financiero.