Innovación y sostenibilidad: enoturismo regenerativo para un futuro sustentable

Velazque Pezoa encabezará un curso que plantea el reto de minimizar el impacto ambiental en el enoturismo, abriendo nuevas oportunidades para las bodegas argentinas en los mercados internacionales

PROYECTOS VERDES02/11/2024Victor GarciaVictor Garcia
enoturismo
Las opciones es conseguir una conjunción entre el visitante y la viña

El próximo 8 de noviembre, Invinum será el anfitrión de un curso virtual de tres semanas liderado por el experto en enoturismo Daniel Velazque Pezoa, titulado "Innovación y Gestión del Enoturismo Carbono Neutral". Este programa, dirigido a profesionales de la industria vitivinícola, profundizará en las prácticas y estrategias para convertir al enoturismo en una actividad no solo sustentable, sino regenerativa, que contribuya a reducir su impacto ambiental. A través de esta capacitación, Velazque Pezoa busca concientizar y preparar a los participantes para adaptar sus proyectos a las nuevas demandas de los mercados internacionales y la creciente presión de los consumidores por prácticas responsables con el planeta.

Una visión regenerativa del enoturismo
Según Velazque Pezoa, la sustentabilidad tradicional ya no es suficiente. Su propuesta aboga por un enfoque regenerativo, que vaya más allá de preservar el medio ambiente y busque activamente restaurarlo. “Hoy no basta con ser sustentables. Ser sustentable ya no resuelve nada. Tenemos que ser regenerativos, devolverle a la tierra todo lo que ya le hemos sacado y esperar que se recupere”, afirma. Durante el curso, los participantes explorarán conceptos como la huella hídrica y la huella de biodiversidad, temas de creciente relevancia en mercados como el europeo y el asiático, que cada vez exigen más garantías de producción responsable.

Huella hídrica y biodiversidad en el enoturismo
La industria del vino enfrenta desafíos ambientales complejos, especialmente en zonas como Argentina, donde el agua es un recurso cada vez más limitado. Velazque Pezoa estima que para producir un solo litro de vino se requieren entre 600 y 800 litros de agua, lo que subraya la necesidad de tecnologías de riego eficientes y prácticas agrícolas más respetuosas con el entorno. En el curso se abordarán alternativas para reducir la huella hídrica y el consumo de agua, una problemática crucial para provincias como Mendoza, San Juan y Salta, regiones donde el enoturismo ha crecido significativamente en los últimos años.

El reto de un enoturismo carbono neutral
La demanda por prácticas ambientalmente responsables ha impulsado a las bodegas no solo a reducir su huella de carbono, sino también a mejorar la experiencia turística. Enoturismo carbono neutral implica minimizar las emisiones de CO₂ a lo largo de toda la cadena de producción y experiencia. Esto incluye el uso de energías renovables en instalaciones, riego eficiente, reducción de desechos y estrategias para restaurar el suelo y las aguas subterráneas. “El negocio del vino y el enoturismo es rentable, pero impacta groseramente en el entorno”, explica Velazque Pezoa. “Es momento de que el sector entienda que cuidar el planeta es rentable a largo plazo”.

Experiencia y comunidad: un enfoque hacia el Eno-Astroturismo
Más allá del vino, la industria busca ofrecer experiencias inmersivas que resalten el valor del entorno natural. Velazque Pezoa, junto a su colega Julio Montenegro, ha trabajado en el desarrollo de eno-astroturismo, una combinación de enoturismo y observación astronómica, que conecta a los turistas con la naturaleza en una experiencia única bajo los cielos despejados de la región. La intención es fortalecer el vínculo de las bodegas con sus comunidades y el medio ambiente, apostando a la autenticidad y sostenibilidad en cada etapa de la experiencia.

San Juan y el potencial del enoturismo sustentable
San Juan, una provincia con fuerte tradición vitivinícola, tiene un enorme potencial en este ámbito. Pequeñas bodegas, especialmente en localidades como Calingasta, ya están apostando por un turismo que incluya alojamiento y experiencias en plena naturaleza. Sin embargo, el desafío es grande: crear un turismo respetuoso con el entorno que transmita el compromiso de estas bodegas con la protección de los recursos hídricos y la reducción de la huella de carbono. “San Juan está apostando a abrir sus pequeñas bodegas al turismo, a crear instalaciones que permitan a los visitantes pernoctar en medio de los viñedos y vivir una experiencia completa”, destaca Velazque Pezoa.

Políticas y requerimientos de mercado
Velazque Pezoa también subraya la falta de políticas estatales robustas para impulsar la transición hacia un enoturismo carbono neutral. Aunque existen subsidios y exenciones fiscales para adquirir tecnología eficiente en el uso del agua y energías limpias, considera que el gobierno debería premiar de manera más decidida a quienes cuidan el medio ambiente y sancionar a aquellos que contribuyen a la degradación de los recursos naturales. “Es fundamental que las autoridades incentiven con políticas claras y efectivas a las bodegas que priorizan la sostenibilidad, ya que esto no solo beneficia al planeta, sino también a la rentabilidad del sector a largo plazo”.

Innovación y compromiso
El curso promete dar a los profesionales herramientas prácticas y conocimientos para adaptar sus proyectos a las demandas de los nuevos mercados. Además, incentivará la creación de experiencias turísticas alineadas con la sostenibilidad, donde los visitantes puedan conectar con el entorno y entender el valor de los recursos que el vino y la tierra aportan. Este cambio de enfoque podría posicionar a Argentina como líder en enoturismo responsable, en un sector donde la naturaleza y el turismo encuentran un punto de equilibrio sostenible y rentable.

Para más información
Los interesados en participar de este curso se tienen que comunicar a través de [email protected] o al celular 2615769741

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