Calera San Juan apuesta al 100% por hornos PFR: “La cal dolomítica que hacemos hoy no tiene comparación en el mercado”

Por decisión estratégica, todos los productos de cal cálcica y dolomítica de Calera San Juan comenzarán a producirse únicamente en hornos Maerz de tecnología PFR, marcando un nuevo estándar de calidad.

24/07/2025Victor GarciaVictor Garcia
calera san juan
En Sarmiento, producción de cales de alta calidad

Calera San Juan, con sede en Los Berros, Sarmiento dio un importante paso en su proceso de modernización industrial: anunció que a partir de ahora, toda su producción de cal —tanto cálcica como dolomítica— se realizará exclusivamente en hornos de flujo paralelo regenerativo (PFR) de la reconocida marca suiza Maerz. Así lo confirmó Augusto Durante, gerente del área de Innovación y Desarrollo de la firma, quien explicó que se trata de una decisión alineada con el plan estratégico que viene ejecutando la empresa desde hace años.

Una transformación que comenzó en 2018
“Esta decisión no es tomada ahora, es parte de nuestro plan estratégico de volcar la producción a hornos PFR en todo lo que sea las cales que producimos nosotros”, señaló Durante. El proceso de reconversión tecnológica comenzó en 2018 con la puesta en marcha del primer horno Maerz. Desde entonces, el objetivo fue claro: reemplazar progresivamente las tecnologías tradicionales de calcinación hasta alcanzar el 100% de producción con este sistema más eficiente y preciso.

Cuando habla de hornos PFR, Durante se refiere a los hornos de “flujo paralelo regenerativo”, una tecnología que ha ganado terreno a nivel mundial por su eficiencia energética y uniformidad en la calidad del producto. “La marca Maerz, porque es la que elegimos nosotros, es la marca suiza y de más renombre a nivel mundial, pero hay otras marcas que también tienen estos hornos con esta tecnología”, explicó.

Calidad, eficiencia y control continuo
El uso de hornos PFR tiene múltiples ventajas. No solo consumen menos combustible por tonelada de cal viva, sino que además permiten un control exhaustivo del proceso mediante sistemas automatizados. “El horno, además de consumir poca energía por cada tonelada de cal, está completamente controlado por un sistema SCADA que mide presión, temperatura, caudal de todos los fluidos en forma constante y registra de forma tal de que la cal tiene una calidad de calcinación pareja durante todo el proceso”, remarcó Durante. En cualquier momento siempre el proceso está controlado y la calidad es constante”.

Actualmente, la empresa tiene en funcionamiento tres hornos PFR, todos operando a máxima capacidad y adaptados para trabajar con gas natural o carbón, según disponibilidad.

El litio como motor de exigencia
Uno de los sectores que empuja esta transformación es el mercado del litio. “Hoy, por ejemplo, el que más calidad está pidiendo es el litio, en Chile, que pide una cal de alta pureza que con este tipo de hornos se pueda hacer”, explicó Durante. Este tipo de cal requiere no solo un proceso de calcinación altamente controlado, sino también una materia prima de altísima calidad. “La cal se compone de dos partes principales: de un proceso controlado y continuo que hoy lo logramos al tener toda la producción de hornos PFR y de una cantera también estudiada y controlada para que el mineral sea también de alta calidad”.

Consolidación en el mercado chileno
Para abastecer con fluidez a sus clientes del otro lado de la cordillera, Calera San Juan cuenta con una empresa constituida en Santiago y un centro logístico con stock permanente. “Nosotros ya tenemos una bodega o galpón —como le dicen a los galpones en Chile—, tenemos Calera San Juan Chile, la empresa fundada en Santiago, donde podemos tener una capacidad stock que le dé al cliente la seguridad de abastecimiento”, detalló Durante. Esto permite responder incluso en situaciones de emergencia como los cortes en los pasos fronterizos.

Dolomítica PFR: un producto único en el mercado
Durante remarcó como un hecho muy importante la calcinación de cales dolomíticas en los hornos PFR. “El gran paso hoy es haber calcinado cales dolomíticas en horno PFR. Hoy en el mercado son las únicas cales dolomíticas hechas en horno PFR que hay y que le da también un salto de calidad a ese tipo de producto que está apuntado a la siderurgia”.

La cal dolomítica, a diferencia de la cálcica, proviene de una roca con alto contenido de carbonato de calcio y magnesio. Durante explicó: “Sale de otra cantera que en nuestro caso está a tres kilómetros, es una cantera que tiene el mineral un contenido de carbonato de magnesio y al calcinarlo se convierte en óxido de magnesio. Esa cal es usada por la siderurgia para proteger los refractarios de las cucharas de los hornos de acero”.

 

Lo más visto